Relato basado en hechos reales.
Advertencia:
Os recuerdo que es muy importante leer la letra pequeña que luego pasa lo que pasa.
Todos los lugares /personas y hechos son ficticios cualquier parecido con la realidad es fruto de la casualidad maldita casualidad, nuestra intención es relatar algunos hechos que ocurren a día de hoy en algún sitio de este país multicolor espero nos perdone aquel se pueda identificar con los hechos relatados a continuación.
Había una vez un hermoso valle lleno de agricultura / ganado y bonitas masias, si aquellas casas donde vivían también las personas fundadoras de esa majestuosa ciudad, donde no caven ya historias pasadas de no ser que no sean romanas. Que ironía que tratemos a toda costa de salvarla historia del imperio romano y no la de nuestro en aquel entonces pueblo, ahora ciudad.
En aquel valle la vida transcurría tranquila, no faltaba allí de nada buena y pura agua, muy buena fruta y verdura , animales sanos criados a base de buenos pastos, no de inyecciones como ahora. Es mas en alguna de esas masias se juntaba la aristocracia de esa entonces pequeña ciudad .
Pero un día el azar o alguna información privilegiada, cambiaría la vida de los que allí habitaban. El vil metal que todo lo puede compraría masia a masia, año tras año, poquito a poquito para no levantar la liebre, advirtiendo inclusive de lo que en esos terrenos iba a acontecer y lo malo que seria para sus habitantes. Ya sabéis artimañas que utilizan los carroñeros para pegarse el festín
La misión estaba clara constructores/especuladores/alimañas algunas incluso ignorantes del tema de la especulación pero con posiciones privilegiadas en la vida política empezaron a comprar, comprar y comprar para luego especular todo iba bien, muy bien.
Transcurría así,
-oye mira esto mañana te lo va a quitar el ayuntamiento por cuatro duros yo te voy a dar una pasta y encima hasta que no diga de derrumbarlo no te echaré pues a mi jefe le da igual que tu lo utilices-.
Artimañas, pues la verdad hubiese sido la siguiente, que es esta. Si ese que vive en lo que hemos comprado se le ocurre lo siguiente:
- Primero que otros compradores se percatan de lo que esta ocurriendo y aumenta el peligro de no poder apropiarse de todo.
- Segundo, si un árbol se muere no vale dinero y el día de mañana cuando el ayuntamiento expropie a estos nuevos propietarios un pedacito de esos terrenos tan solo con las masias que hay y los árboles, vallas de piedra, recuperaran lo invertido o mas que listos son . Invertir entonces dos millones para que los ciudadanos les paguemos cuatro sin haber hecho nada y encima construir en el terreno que les quede que es inmenso.
La mala suerte para estos buitres es que todos no somos iguales y en toda comunidad siempre hay una mosca cojonera que se le llama a aquel vecino que no quiere bajarse los pantalones, ante poderosos personajes y va la mosca cojonera y denuncia incluso hace la verdad publica, aunque a según que personaje esto le sea indiferente pues dispone de poder y dinero para equilibrar la balanza en su favor. Algo de lo que carecen esas moscas cojoneras las cuales algunas se están dejando sus salarios en parar lo que me atrevería a decir, es imparable .
Y digo yo, si la justicia llegó, dicen a Marbella , Mallorca, Madrid y no se cuanto sitios mas, ¿por que aquí llego y como vino se fue? (no se percato de lo que desde lejos se ve) También camufladas están las artimañas que realizaron que nadie las ve.
Lo cierto es que todo un valle toda una montaña y porque, no mas de media ciudad es del todo poderoso. Comprendéis entonces porque no le he puesto nombre a la ciudad de esta historia. No lo he hecho por que dudaba entre ponerle el nombre del verdadero propietario de la ciudad o del nombre elegido por los ciudadanos de la misma
Que desagradable es que esos ciudadanos a favor del progreso vean solo lo mal que quedamos en la foto para el progreso de nuestra ciudad y no vean quienes los dirigen y además son los propietarios de la misma
Hoy jornada de reflexión os invito a que paseéis por aquellos parajes llenos de historia saqueada que todavía aunque mal trechos, nos quedan.
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