viernes, 12 de agosto de 2011

Caminando por la vida


Hace una semana cumplí 41 años, a lo largo de mi vida he hecho casi de todo, y en consecuencia también he vivido casi toda clase de vivencias.
Voy caminando por la vida como puedo, como debo, y en mi caminar pues conocí hace treinta años a M. Dolores, con la que llevo 19 años casados.
Ya sabéis que cuando dos personas de sexo contrario se unen pues casi siempre acaban formando una familia, en mi caso esa familia se ha agrandado de forma significativa, son cinco los hijos que tengo.
Cinco hijos que van creciendo y que en el caso de alguno ya van emprendiendo por si mismo su camino en la vida.
Este último año ha sido bastante duro, mis hijos crecen y me aportan satisfacción personal, al mismo tiempo también me aportan disgustos y algunos problemas, pero no hemos de olvidar que eso es parte del contrato que moralmente firmamos cuando decidimos engendrarlos.
No hace más de un par de semanas mi hija la mayor me dio una noticia, me anuncio que voy a ser abuelo.
En el momento que me lo comunico como podréis comprender no me alegro la noticia, hoy día tener un hijo a esa edad si somos realistas podríamos decir que te destroza la vida, los que tenemos hijos sabemos que una vez tienes el primero tu vida cambia por completo.
Mi hija acaba de cursar algunos estudios que le facilitaban la entrada en el mercado laboral, mi hija podía haber vivido y disfrutado aquello que yo por circunstancias de la vida no pude disfrutar, todo ello me indigno y enfado mucho cuando me comunico su estado.
Pero en ese momento olvide algo que tiene prioridad sobre lo que yo piense o crea que está bien o mal, ese algo es el derecho de mi hija a hacer lo que ella quiera con su vida.
Ella decidió junto a su pareja actual que si practicando el acto sexual sin medios de prevención esto sucedía, no abortaría, que tendría su hijo y asumiría la responsabilidad de lo realizado.
Dentro de su joven edad ella es muy consecuente con lo que hace, es consciente con lo que va a ocurrir con su vida, aunque claro esta yo pienso que no sabe bien, bien lo que se le viene encima.
Va a ser mama y para mí eso he decidido que es lo importante, ella se ha cambiado la vida y como si un daño colateral se tratase, a mí también me la ha cambiado, son cinco los hijos que cada día que amanece me preocupan y ahora serán cinco más un o una nieta, que aunque sea de mi hija y de su pareja también será parte de mi sangre y motivo de mas preocupaciones y alegrías.
En estos momentos y desde aquí he de mostrar mi pleno apoyo a mi hija Melody a la que como asta día de hoy no le faltara mientras yo tenga salud, lo necesario para poder vivir, ella y su hijo, felicidades Melody