Hoy contaré un cuento.

Hoy os contaré un cuento llamado POUM.


Todo comenzó hace aproximadamente 15 años en una ciudad llamada Tarraco. Allí la vida de los ciudadanos transcurría con normalidad, nadie era consciente de lo que en el ayuntamiento de esa entonces pequeña ciudad se empezaba a cocer, carajo ¿quien podía imaginar nada?, comenzaba una trama para eliminar, que no es lo mismo que reformar, unos trozos de la ciudad que para nada encajaban en la trayectoria hacia el futuro de la gran Tarraco. Los vecinos de la misma, pequeños seres ilusos, trabajaban, luchaban, algunos la mayoría con un fin común, con el fin algunos de ahorrar para conseguir su hogar, con el fin otros de terminar de pagar en el que Vivian. Algunos ignorantes llevaban mas de 7 años o mas de novios ahorrando para comprar el pisito y así poder casarse, que ilusos, mientras pasaban los años y nadie imaginaba nada, alguno de los mencionados antes empezaban a hacer realidad sus sueños, el tiempo que no pasa en bano iba dando su fruto a aquellos que haciendo uso del poder otorgado por el pueblo estaban ultimando ya los ingredientes de lo que cocinaban, faltaba ya muy poco para terminar de cocinar, cocinar para unos pocos pues aquellos que no tienen dientes no podrán masticar tan consistente manjar. Sucedió que tanto se alargo el tiempo de cocción que se acababa el turno y los cocineros debían abandonar o terminar la faena. En nuestro cuento los cocineros optaron por la opción de terminar la faena y a escasos momentos de abandonar el puesto dieron por terminada la cocción, ya saben amigos no pretendas hacer en un día lo que no has sido capaz de hacer en 18 años, sucedió algo totalmente previsible, comenzó un nuevo turno, un nuevo equipo de cocineros y este mostró el manjar cocinado por sus antecesores, cual el asombro para esos mas de 4000 ciudadanos que en ese instante se percataban que los ingredientes utilizados para tal fin, no eran otros que ellos mismos, perplejidad, algunos incrédulos con lo ocurrido. Aunque increíble pero era cierto, en ese instante se truncaban sueños, ilusiones tanto esfuerzo en bano. Desde ese momento daba inicio una carrera y esta vez no era motivada por un sueño, con un fin, en este momento se trataba de supervivencia, de sobrevivir frente a una sentencia a volver a comenzar desde el principio, cuando ya muchos debido al esfuerzo realizado, debido a la edad, debido a que han dejado su vida en el intento y los que ahora viven allí son sus viudos/as, debido a tantas razones de las que no deben rendir cuentas, lo que comenzaba era una puñetera guerra esta vez contra aquellos a los que habíamos votado y nos habían engañado, esta vez para conservar el derecho a vivir donde habíamos elegido. Algunos de los no afectados miraban desde la ventana y decían no entender el porque de tanto alboroto, tanto jaleo, vivir aquí vivir allí que mas da, exclamaban.
Algunos fieles a sus mentores apoyaban tan sabia acción…

En resumidas el resultado de la acción emprendida por los antiguos cocineros había desquebrajado la vida de mas de 4000 ciudadanos y los nuevos cocineros ahora con la ayuda de las especies deberían disimular o atajar en lo posible el mal sabor de lo cocinado.

Y dice el Pinel que a leído el cuento por que carajo estos nuevos cocineros no tiraron a la basura lo cocinado por sus antecesores y así hubieran cocinado algo en condiciones y asi hubiese cambiado el puto cuento.