viernes, 20 de agosto de 2010

hace treinta años que soy de la montañeta

Treinta años en este barrio, treinta años de fiestas, treinta años con vosotros.
Ya son treinta los años, treinta los años que llevo en el barrio de la montañeta.
A los 10 años de mi vida mi madre falleció, mi padre decidió trasladarnos a este barrio y aquí nos instalamos.
Una nueva vida, un nuevo entorno, cambiamos no se si para mejor, pero aquí estamos.
Desde aquel entonces haya por los ochenta, he visto destruir la naturaleza que rodeaba el barrio y en nombre del progreso he visto destruir la fauna animal que en el entorno habitaba, ya sabéis, a eso le llaman progresar.
Lo que era natural se convirtió en un vertedero, vertedero que ahora es un bosque naciente.
En lo que respecta al barrio pocas cosas han cambiado, tenemos lo que hace treinta años atrás teníamos, ni mas, ni menos, de todos los servicios públicos tan solo se han renovado un 3%, ya lo sé, es muy poco, por no decir nada.
Somos el culo del mundo, lo que es peor, muchos de los ciudadanos de la gran Tarraco no saben de nuestra existencia.
No me arrepiento de vivir aquí, hay una tranquilidad enorme, no hay tráfico de vehículos, no hay disturbios, la calidad de vida es la que se respira en cualquier pueblecillo, la ubicación es inmejorable, estamos entre Tarragona y el barrio de san Pedro y san Pablo, la universidad esta a cien metros, se puede pedir más?
En estos treinta años he contribuido a la transición de aquellos que presidieron el barrio, no he de negar que siempre del lado de que quien lo presidiera fuera vecino del mismo, no alguien ajeno a nuestras necesidades, un extraño.
E contribuido a luchar contra el derribo del barrio, a la extinción del barrio, no fue fácil, me deje la piel por mis vecinos, arriesgue mi libertad, pero no me arrepiento, el esfuerzo mereció la pena, conseguimos el indulto, el barrio en teoría se salvo.
Por este barrio y sus vecinos a parte de molestarlos, he hecho bastante desde niño.
Este año por voluntad propia y como responsable de comunicaciones del mismo, daré el pregón de las fiestas, todo un orgullo para este que os escribe.
Treinta años que se dicen pronto, treinta años en los que con vosotros vecinos e reído y también he llorado

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