lunes, 18 de enero de 2010

A mi padre...


Padre hoy me acorde de ti, me acorde de que ausente estas, que aunque muy mal por mi parte ni tan siquiera tuve unas palabras para ti en el aniversario de tu marcha hacia tierras de nadie.

Se que no tengo escusa pero sin duda sabes como soy, soy un desastre y como tal también te deje en abandono...

hoy recordé escuchando a serrat en este día gris aquella ultima semana de tu vida, recordé aquella botella de licor cuarenta i tres de mas de 50 años que comencé aquel día con tigo, aquella que no te dio tiempo a acabar, aquella tarde en tu sofá mas allá que aquí, junto al juanito, junto al titi, junto a mi, con una piara de tus nietas dando por saco por el comedor, con tu risa hacia el vidal.

Te marchaste y no tuve huevos a decirte ni un tan si quiera te quiero, un adiós una vez llacias en la cama muerto y te cerré los ojos, una despedida en lo que podría haber sido una continuación de la vida.

El vidal al que tu viste nacer en el comedor de casa, es un gran granuja, sin duda un pinel, ahora estaría dándote por saco aquí en tu casa, pues ahora vivimos en ella como tu decidiste.

El miguelito aun me recuerda vuestras conversaciones bajo el pino, la faviana a sus noventa se enrojece cuando hablamos de ti, aunque de forma diferente todo sigue.

En este día e de decirte que aunque nos dejaras estas aquí, estas en nuestro interior y sin duda lo estarás, que aunque soy un desastre te recuerdo, te quiero.

Hoy papa te diré un asta luego...

No hay comentarios: